viernes, 4 de octubre de 2013

Los cuentos pedagógicos de los animales imaginarios. Carta al Tito Juan. EL RENACIMIENTO (Uno)

Carta al tito Juan
Florencia agosto 2013
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 Querido tito Juan, dos puntos
¡Hola! Somos los Koalas, punto Ya sabes: los que tenemos los dedos gordos, punto y un trocito en blanco
Como ya sabes, nos aburre un poco cuando habláis de cultura Vicentito y tú. Preferimos las bayas, los ositos, las flores y otras cosas, punto y un trocito en blanco
Pero este verano los papis nos han llevado de vacaciones a un sitio que se llama Florencia y que a ti te dio mucha envidia cuando te lo contó Vicentito.
Nosotros, los Koalas, estábamos muy preocupados porque nos temíamos que iba a ser muchísima cultura y muy pocas flores.
Y el viaje empezó como parecía: cultura, cultura, más museos, ¡una baya fría!, más cultura, iglesias y cultura.
En fin, un rollo, aunque el Elefantito no se pudo quitar el palito durante todo el día, pues ya sabes que, como va a ser catedrático de arte, le gusta muchísimo la cultura y se pone tan nervioso que la trompita se le hace un nudo y se ahoga si no lleva un palito puesto.
El Rinoceronte también se lo pasaba muy bien mientras esperábamos en la  cola inmensa de los Uffizzi: eran carreras manieristas porque al terminar se paraba y se ponía todo retorcido encima del Camello, como en esa escultura que nos enseñó Vicentito.

-¿Has visto que forma serpentinata más perfecta?
-Sí- le contestaba el Camello medio aplastado –parece como si te hubiera hecho el señor Miguel Angel.
Y entonces el Rinoceronte se quitaba de encima, el Camello podía por fin respirar y luego se reían.
Pero a nosotros no nos hacía nada nadísima de gracia, y mucho menos ese otro señor que ponía muy serios a todos y daban susto.

- Piero de la Francesca. Ese señor se llama así – nos dice el Elefantito que siempre es muy quisquilloso con todos los detalles.
Bueno, a lo que íbamos. Mientras Ampalito y Vicentito contemplaban extasiado (vamos, que miraban muy fuerte) a ese señor tan serio que da susto, la Jirafita nos dijo:
-¡Hala, mirad qué bonito! Y nos llevó a la habitación de al lado donde estaba la Mamá y el Señor Pequenito (o sea lo que vosotros decía que es la Virgen con el Niño) con muchos angelitos y… ¡No te lo vas a creer, tito Juan!, limones, naranjas, uvas… y muchas bayas todas de colorines.

-¡OOOOOOOOOH!- dijimos los dos a la vez-. ¡Qué bonito!
-¡OoooooH! ¡Es preciosisimo!
-¡Ooooooh! ¡Qué bonito!
Y entramos en bucle.
No había nadie por allí para explicarnos quién era ese señor que pintaba tan bonito y aprovechamos una carrera del Rinoceronte para que nos llevara a ver a Vicentito.
-¿Vicentito! ¡Vicentito! Hemos visto una cosa preciosisima… de arte.
-¿De arte? Pero… ¡si a vosotros no os gusta!
-¡Qué sí! ¡Qué sí! ¡Qué es preciosísima! Explícanoslo, anda!
Y tan pesados nos pusimos que Ampalito se asustó y nos miró a ver si teníamos fiebre.
-Que noooooo, que de verdad que es muy bonito.
Pero ella nos puso la mano en la frente y hasta que se convenció que no estábamos malitos, no dejó a Vicentito que se viniera a ver al Señor de los limones.
-A ver, ¿cuál es el que os gusta?
-¡Pero cómo puedes preguntarlo! Pues ése, ¡el de los limones! ¿No ves que es preciosísimo?
Entonces el Elefantito se tapó los ojos con la trompita mientras decía:
-¡Oh, no, Lucca de la Robbia! Ya me parecía raro tanto interés por el arte.
- Pues a mi me gusta – dijo la Jirafita-. Tiene flores y es muy delicado.
-Y a vuestro tito Juan, también – nos dijo Ampalito.
-Entonces… - dijo el Elefantito- ¿Al tito Juan? Entonces…. ¿es arte bueno?
-Sí, es Renacimiento.
-¿Y ese señor Renacimiento quién es? – preguntamos nosotros.
-¡Qué no es un señor! – dijo el Elefantito – es un periodo…
-¿Y eso se come?
-Que no, tonto, que es románico, gótico, renacimiento, barroco…
-¡Haberlo dicho antes! –exclamó el Rinoceronte – La raya esa que hace Vicentito para explicar la historia y que no nos perdamos.
-¡Eso! El siglo XV Y XVI.
-¿Y, había alajás? – preguntó el Camello.
-Sí, pero no aquí. En Túnez, en Estambul…
-¡Vaya!
-¿Y romanos?
- No, eso es mucho antes.
- Pues se parece. Son brutos, tienen ventana con circulito y columnas muy gordas.
-Es que les gustaban los romanos y copiaban cosas suyas.
-¿También los limones?
- No, eso se lo inventó Lucca Della Robbia.
- Pues qué bonitos quedan – dijo la Jirafita.
-Es que les gustaba lo bonito, las cosas bellas, todo muy suave, tranquilo – nos explicó Vicentito que cuando se pone es casi tan pedagógico como el Búho.
Y nos dijo que eran obras para estar contentos y felices, como si estuviera en la playa o fuera domingo con paella del abuelo Vicente y siesta.
- Luego llego el manierismo.
-¿Ése de la forma serpentinata?
-Ése, Rinoceronte. Y entonces acabó la paella y la siesta y siempre fue lunes… Pero bueno, eso ya os lo contará el tito Juan.
O sea, tito, que te han puesto deberes. Un día nos tienes que explicar el manierismo, aunque no hace falta que sea pronto, pues eso de que sea siempre lunes no nos gusta mucho. Nosotros preferimos el domingo del señor de los limones.
-Lucca Della Robbia. Ya que os gusta, aprenderos por lo menos el nombre.
-Es que es muy difícil, Elefantito. Mejor el Señor de los Limones.
No veáis la cantidad de esculturas suyas que hay en Florencia. Vamos que dejamos de buscar sarcófagos paleocristianos (que es nuestra principal misión en los museos desde que estuvimos en Roma) y ahora no paramos de buscar limones.

O también niños vendados.

O angellitos

O a la Mamá con el Representante del Papa que es un ángel que se llama Gabriel y le dice que viene la Navidad… ¡Y luego los Reyes!

No os podéis imaginar la cantidad que había y, claro, Ampalito estaba preocupadísima pues no nos dormimos ni en un solo museo y no dejaba de mirar si teníamos fiebre.
Fíjate, hasta le pedimos a Vicentito que nos comprara un libro de ese señor. ¡Y nos lo hemos leído entero varias veces!
Si quieres te lo podemos dejar: tiene muchas fotos preciosísimas.
¡Ay, qué emoción! Tenemos la barriguita llena de emociones. Tú nos comprendes, ¿verdad?
Bueno, tito Juan, te vamos a tener que dejar estamos agotados y ya viene un señor con los espaguetis
Un beso muy fuerte.
Los Koalas.

Posdata:
Tita Elena, tengo muchas cosas que contarte. Estado en una calle preciosísima llena de tiendas con muchos vestiditos y joyas. Ya te enseñaré las fotos.
La Jirafita.



Haciendo cola en la Academia de Florencia-San Juan de los Terreros-Agosto 2013.


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