domingo, 15 de julio de 2012

EL PASEO DEL PRADO EN LOS SIGLO XIX Y XX


Como ya hemos ido comentado, el Paseo del Prado fue una creación ilustrada de Carlos III que promovió sus principales monumentos (los puedes ver todos aquí).
Sin embargo el gran bulevar fue convirtiéndose en una de las grandes vías, creándose en los doscientos siguientes años numerosas arquitecturas que vamos a repasar rápidamente en este post.



Si comenzamos por Atocha, y antes de subir por el propio Paseo del Prado, el visitante no se debería perder uno de los lugares más añejos de Madrid: la famosa cuesta de Moyano, una calle (ahora peatonal) especializada en libros de segunda mano y ocasión en donde es sumamente agradable pasear una buena mañana de primavera.

Una vez paseado por ella, cruzaremos el Paseo del Prado y subiremos por la acera de la izquierda nos encontraremos, enfrente del Jardín Botánico, el  edificio Caixafórum, una espectacular arquitectura que ya comentamos aquí.
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Utilizando una edificación industrial del XIX, los arquitectos Herzog y De Meuron lo levantaron para crear una plaza cubierta verdaderamente extraordinaria. Sobre ella se ha creado una fundación con una de las mejores programaciones culturales de la capital que puede consultarse aquí.

Junto al Caixafórum, escondido, se encuentra un museo sumamente desconocido, Medialab Prado, dedicado a las nuevas tecnologías y sus aplicaciones artísticas, sociales que podéis ver con mayor detalle (e imágenes) aquí… Podéis consultar su programación en este enlace.
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Seguimos nuestro camino para encontrarnos con la plaza de Platerías (inicio de la calle Huertas) y el colosal edificio de los Sindicatos, una arquitectura de Cabrero (1950) con referencias a la Tendenza italiana que ya explicamos aquí
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Si continuamos nuestra ruta llegaremos a la Plaza de Cánovas del Castillo, en cuyo centro se encuentra la Fuente de Neptuno.

En torno suyo se encuentran los dos hoteles más históricos y lujosos de la capital: el Palace (1912, obra de Ferres i Puig, utilizando el hormigón armado aunque con una estética aún decimonónica) y el Ritz, arquitecturas historicistas llenas de resonancias históricas (en el Palace se reunió el comité de crisis ante el Golpe de Estado de Tejero, el  Ritz se prohibió durante décadas el alojamiento a gente de poca clase, como los actores) que fueron erigidos por presiones reales (Alfonso XIII) que, tras un periplo europeo, vio la necesidad de hoteles lujosos y representativos en una de las zonas más desahogadas y monumentales de la ciudad.

Sin salir de la plaza podemos hacer dos desvíos.
Si nos dirigimos hacia la izquierda entraremos en la Carrera de San Jerónimo, el acceso típico al Prado de los Jerónimos en el siglo XVII en un recorrido que conectaba los dos grandes palacios de la capital: el Real y el del Buen Retiro.
Desde la misma plaza podremos ver la suntuosa fachada de lasCortes, edificio neoclásico con añadidos modernos.


En el lado contrario se encuentra la silueta de los Jerónimos, construcción gótica (aunque sumamente reformada) en torno a la cual creció el Palacio del Buen Retiro y actualmente integrada en el Museo del Prado.

También haciendo esquina con la plaza pero con entrada un poco más adelante, se encuentra el Museo Thyssen-Bornemiza, una de las pinacotecas más completas del país, con un recorrido por el arte desde el siglo XIII al XX y numerosas exposiciones temporales. Tenéis aquí su página web.
El edificio fue un antiguo palacio barroco al que se le ha añadido un interesante patio y extensión.
A partir de ahora lo mejor es cruzar para encontrarnos con tres edificios interesantes.
El primero que encontraremos será un monolito en honor a los héroes del dos de mayo (aunque ahora dedicado al Soldado desconocido) realizado por González Velázquez, uno de los grandes constructores decimonónicos de la ciudad (Palacio de Velázquez, Palacio de Cristal…)
Detrás suyo se encuentra el edificio de la bolsa, ecléctico, obra de Ripollés (1886, basándose en la de Viena), y junto a él un casi desapercibido Museo Naval que guarda numerosas joyas, entre ellas el primer mapa en el que apareció América, realizado por Juan de la Cosa.

Nos acercamos así al final de nuestro recorrido, con el Palacio de Comunicaciones (actual Ayuntamiento de Madrid), la Fuente de la Cibeles, y el Banco de España. Los tres ya se explicaron en un recorrido anterior que se puede consultar aquí.

Si lo deseamos podemos seguir calle adelante, por el Paseo de Recoletos que aquí hemos explicado



















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